Don Gauna / Luis Gudiño Kramer

Y bueno, amigo Gauna,
por fin descansará de sus trabajos
y de los cuchillos de los cirujanos
sobre esa tierra de nadie del cementerio.

Don Gauna,
y qué bien se ganó Ud. el don
en brava lucha con los ricos
que nunca se animaron a tutearlo
porque en los ojos le veían el alma
como de pampa y cielo,
como de yuyo y agua.

Cómo los basuriaba usté, don Gauna,
cuando se ponía a contar macanas
o cuando hablaba de las mañanas y las tardes,
de muertos y quinchadas,
o de apartes y rodeos;
de fogones y arreos
o de peleas y domadas, y dichos
y cosas así, jugosas
y llenas de colores y sendas
y brumas y anocheceres,

Paseó su figura un poco extraña,
contrahecha y endeble
pero como agrandada desde adentro
por un coraje indómito,
unánime e intocable,
entre la plebeyez de los nuevos ricos
y la cobardía y mezquindad
de los patrones.

Amigos de los gauchos verdaderos
en todos los fogones hizo rueda,
bebió en cualquier bombilla
y se sentó a la mesa de peones y dotores.
El dotor viejo le supo dar la mano
y muchos caudillos le palmearon
los sufridos lomos,
pero a nadie le entregó la libreta
ni en el trance postrero,
por los remedios de la botica....
Tan luego la libreta....
¿verdad, don Gauna?

La inteligencia de su cuerpo
era como una luz o como el rocío
sobre los pastos.
De su sangre y sus instintos
ella le sobrevenía y circundaba
y era su brújula y el rumbo
por donde desangraba lo criollo su quebranto.

La tierra entera le decía don  Gauna....

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Ilustración: Bohemia, de Ana Paula Rivero Berrone (2012)

Poema tomado de: Sadi Grosso (1985), Luis "Una sucesión poemática entrerriana" en Muestra literaria de Entre Ríos 1985, Dirección de Cultura de Entre Ríos. Paraná:1985