sábado, 19 de octubre de 2013

Anudados a la provincia de la tenura / Kevin Jones



Se realizó en la sede de Agmer Paraná, el 1er. Panel Literatura y Territorio, con el propósito de abrir espacios de debate y divulgación en torno a una posible literatura entrerriana. Fue en el marco de la III Muestra Imagen Joven, y contó con la organización de un Grupo de lectura dedicado a esta temática.


Desde comienzos de este año, en la ciudad de Paraná se conformó un Grupo de lectura en torno a una posible literatura entrerriana. Conformado por estudiantes universitarios (Jeremías Bourbotte, Luz Omar, Hernán Hirschfeld y quien escribe), el grupo busca explorar y conocer un corpus de texto atravesado por distintas problemáticas.

Necesidad de agruparse
La necesidad de agruparse en un comienzo surgió por la falta de acceso y circulación de ese corpus. Como estudiantes cercanos a la literatura, no podíamos más que sorprendernos de nuestro tardío acercamiento a obras como las de Mastronardi, Veiravé, Zelarayán y Calveyra –por mencionar solo algunos casos. Obviamente, esto conllevó indagar las razones de este “ocultamiento” o “distanciamiento” que tuvimos frente a esos textos. Nos fuimos dando cuenta de que esos textos eran difíciles de encontrar, poco estudiados en general –aunque siempre con más que loables excepciones-, y algunos de ellos, editados pocas veces. Y a estas problemáticas de acceso material a los textos, se le suma la falta de mediadores –docentes, bibliotecarios, por ejemplo- que nos acercaran –simbólicamente- los (y a los) textos.
De allí que se decidiera comenzar a leer por fuera de nuestra formación académica –pero siempre en un doble juego de adentro y afuera de ella, provocando múltiples envíos. A esta decisión política, se acompañó la necesidad de comenzar a leer juntos, provocando una práctica de lectura crítica colectiva. Y para aumentar este sentido de colectividad es que nos parece que los debates y espacios de encuentro deben abrirse a más personas. En ese marco, se han realizado diferentes notas de divulgación sobre el tema, y se ha creado un blog (www.literaturaentrerriana.blogspot.com) a través del cual se puede tener acceso a diferentes textos, y conocer más detalles del grupo.
El Panel es parte de esa apuesta por espacios que nos permitan emprender un camino simbólico y físico hacia estos textos.

Derecho a un imaginario
El Panel se realizó durante la tarde del 12 de octubre en la sede de Agmer Paraná. Formó parte de la III Muestra Imagen Joven. Fue coordinado por la Profesora María Inés Asensio y contó con la participación de los escritores Adolfo Golz y Julio Federik, y del periodista Carlos Marín.
Ninguno de estos datos resulta casual. No es menor que sea el gremio docente el lugar elegido para iniciar un debate necesario sobre lo que hemos hecho con ese cuerpo de textos (¿qué hemos hecho, como entrerrianos, con Juanele?). A su vez, tampoco resulta inocente que sean escritores, profesores y periodistas quienes se confundan dentro de esta actividad. Históricamente, han sido escritores –como Luis Alberto Ruiz-, y profesoras –como Iris Estela Longo- quienes se han preocupado por atender a algo de los textos, que permitía agruparlos en torno a una posible “literatura entrerriana”. Con todos los riesgos que implica adjetivar –en este caso, como entrerriana- a una literatura.
Tema este último que fue eje del encuentro. Se señaló en este sentido, que no se debería caer en esencialismos –suponer una entrerrianía como una existencia natural a priori de la cultura-, sino entender que se trata de construcciones histórico político y sociales. Entendiendo esto se comprende cuán necesario es participar –e intervenir consciente, crítica y activamente- en estas construcciones. Abrir debate implica democratizar los partícipes de esta construcción.
A su vez, se debatieron las formas de recortar este cuerpo de textos: ¿En base a una región? ¿Es válido hablar de provincias en una literatura fluctuante? Hablando de la necesidad de una didáctica, una llegada a las aulas de estos textos, se remarcó que debería darse un lugar para estas obras dentro de la enseñanza de la Literatura argentina en las escuelas. E incluso se pudo compartir una experiencia al respecto.
Respecto a los problemas de circulación de las obras, se coincidió en el carácter de “inhallable” o difícil de encontrar de algunos textos, apuntando a su vez la posibilidad de hurgar en los archivos desperdigados por la provincia.
Se abrieron las preguntas. Y estas quedaron, en su calidad de preguntas, flotando. Y entre ellas, algunas certezas, que pertenecen, quizás, más un orden que va más allá de lo razonable, o enunciable.
Me refiero a la anécdota que Federik narró hacia el final del Panel. El escritor, contó cómo durante sus siestas de infancia y adolescencia se convirtió en un “lector de siesta”. En la biblioteca de su padre se hallaban estos autores. A los que, esa tarde, volvíamos. Al leerlos, narraba, había “algo” que nos conmovía. “Esos tipos nos conmovían. Y hubo uno que nos entró a conmover en serio”, dijo. Se trataba de Guillermo Saraví.
La anécdota, como toda anécdota de lectura, implica algunas cosas. Entre ellas, poder ver la complejidad que la lectura literaria provoca. Pero también, es el testimonio de una experiencia. En tanto que testimonio, esa lectura basta para seguir buscando las formas de pensar, leer, indagar aquello que nos conmueve en esos textos.
No se trata de pensar que hay en ellos una mera referencialidad, o que pueden ser adscriptos a las fronteras jurídicas de una provincia. No. Sino de poder preguntarnos por nuestra propia identidad –poner el yo entre signos de pregunta- dentro de esos textos. Y quizás hasta transformarla hacia adentro de esos textos.
Como Grupo creemos que nadie debe verse privado de la posibilidad de ese imaginario. Estas preguntas, que se plantearon el sábado pasado, buscan ser una invitación a la lectura, más que ser respondidas. Luchar por el derecho a ese imaginario que es interno a los textos. Por eso una de las cosas que dijimos este sábado, al abrir el Panel, fue que creemos que Entre Ríos –al menos, la Entre Ríos de la que queremos hablar- existe hacia al interior –y no el exterior- de esos textos. Una provincia imaginaria.
Imaginaría, sí. Pero quizás, la única real.


para Río Bravo
Octubre 2013

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